Sitio Oficial

16 marzo, 2009

4) Doce Promesas de Nuestro Señor Jesucristo a quien Devotamente Rece el Rosario de La Preciosa Sangre


DOCE PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A QUIEN DEVOTAMENTE RECE EL ROSARIO DE LA PRECIOSA SANGRE


1. Yo prometo proteger de los ataques del maligno a quien devotamente rece este rosario.

2. Yo preservaré sus cinco sentidos.

3. Yo lo protegeré de una muerte súbita.

4. Doce horas antes de su muerte, beberá Mi Sangre Preciosa y comerá Mi Cuerpo.

5. Veinticuatro horas antes de su muerte, le mostraré Mis cinco Llagas, para que sienta un profundo arrepentimiento de todos sus pecados, y tenga perfecto conocimiento de ellos.

6. Quien rece este Rosario como novena, conseguirá lo que pide. Su oración será contestada.

7. Yo realizaré muchos milagros maravillosos a través del rezo de este Rosario.

8. A través de esta oración, destruiré muchas sociedades secretas, y liberaré muchas almas atadas, por medio de Mi Misericordia.

9. A través de este Rosario, salvaré muchas almas del Purgatorio.

10. Yo le mostraré Mi camino a quien honre Mi Preciosa Sangre con este Rosario.

11. Yo tendré misericordia de aquellos que tengan misericordia de Mis Preciosas Llagas y Sangre.

12. Quienquiera que enseñe esta oración a otra persona, ganará una indulgencia de cuatro años.


"Hijos míos... este Rosario de la Preciosa Sangre de Mi Hijo combina todas las devociones de Su Pasión".
(Santísima Virgen María, 29 Enero, 1997)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Oracion de Ofrecimiento de Vida

(Cap. IX, Libro "La Victoriosa Reina del Mundo")
Disponible en la sección de Descargas (panel derecho)

Mi amable Jesús, delante de las Personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del Cielo y toda la Corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu muerte de cruz: para adorar a la Gloriosa Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra santa Madre Iglesia, por nuestros sacerdotes, por las buenas vocaciones sacerdotales y por todas las almas hasta el fin del mundo.

Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente hasta el fin de mi vida. Amén.